Puedo hablar con mucha propiedad que estar embarazada es uno de los estados más hermosos y angustiantes de la mujer, siendo muy sincera. En ese momento el cuerpo presenta cambios que pueden afectar nuestra autoestima y pueden hacer variar nuestras emociones.
Una adolescente o adulta que está en espera de un niño y experimenta transformaciones muy drásticas en su anatomía humana, necesita ayuda de todas las personas que la rodean, debido a que está sensible y susceptible.
Expertos en la materia aseguran la importancia de hacer ejercicios cuando se está en espera, primero que nada, porque se libera endorfinas y el cuerpo se relaja, segundo porque será más fácil conciliar el sueño y controlar la ansiedad.
Mi experiencia indica que practicar una rutina muy básica hace que te veas mejor, te prepara para el nacimiento del bebé, hace que recuperes más rápido la silueta que tenías y eliminas riesgos de preeclampsia.
Esta recomendación no deberías de dejarla pasar, porque es eficaz y óptima. Al estar el cuerpo en movimiento, tanto la alimentación como el ejercicio se verán modificados. En este punto les manifiesto la responsabilidad que tengo al mencionarles que estas indicaciones son necesarias hacerlas con la asesoría de un médico. Sola es muy riesgoso, recuerden que el embarazo es un proceso complejo.
Hay una experiencia que cada vez que charlo con alguien referente al tema, la abordo. Un día cuando estaba esperando a mi primer hijo, me sentía con el cuerpo muy pesado, tenía mucha ansiedad y no estaba satisfecha. La sensación se prolongó y la infelicidad más. Me decía que nada tenía sentido. Cuando comencé a hacer ejercicio en un arranque de practicar los consejos que siempre doy, mi cuerpo cambió para bien, intensificaba mis rutinas, pero con movimientos corporales muy suaves.
Una semana de práctica y mi vida cambió junto a todo mi entorno. Mi cuerpo necesitaba liberar esas hormonas que, personalmente digo que se van encapsulando y no te permiten ser tu misma. Hoy por hoy, puedo decirte lo necesario que es practicar una actividad física y si lo haces con la supervisión de un médico, los resultados serán un rotundo éxito.
El embarazo es una etapa por la que la gran mayoría de las jóvenes y adultas pasamos. Al estar en una montaña rusa de emociones debemos paliarlas con ejercicios para así no permitir que sea un estado difícil y de tragos amargos. Recordemos que el niño debe pasar por experiencias maravillosas y si la madre se siente mal, el infante también.